Supervivientes

Un tal Michel Gunfri se cae del cartel por malo nada más empezar el programa, hacen fuego con una cuerda de plástico a los cinco minutos de pisar la isla y Cuca se cae de la barca, esto es Supervivientes, perdidos en Honduras.

Hay una isla con siete palmeras y dos cazuelas y otra con dos palmeras y una lamparita, ambas localizaciones infernales.

Los separan por sexos, dato que no gusta nada a Olfo el desconocido ligón, la locaza y la tía/tío y con razón, yo si tuviera que elegir preferiría estar con El Golosina y con Cuca, sin importarme un pito el sexo o la religión.

El Golosina es el auténtico oráculo de la edición, el Yoda, la Montaña Basura, es el único que dice cosas coherentes como que hay que tener cuidado con el sol y que hay que poner la cabaña con la puerta- ¿qué puerta?- mirando hacia dónde sale el sol porque no se qué.

Daniela Blume, stripper, parece recién sacada de una peli de animadoras chungas, es mala como un demonio y no tiene piedad, promete mucho.

El pijo sevillano empezó cayéndome fatal pero al final de la gala me había ganado con su arte, su duende y su tipi.

A Cuca que le den una guitarra, por favor.

Está Matías, el de Gran Hermano y es igual que en Gran Hermano, increíblemente argentino.

El momento delirante de la gala se produjo en las nominaciones del equipo de los chicos, un tal Roberto Liaño sustituye al famosísimo en su casa a la hora de comer Michel Gunfri y por la regla del roce, a saber: "Es que como ha llegado el último (unas tres horas después) pues no he tenido roce y le nomino por eso y mira que me cae bien y tal", la regla del roce nunca falla amigos, bueno, pues un jugador de baloncesto que se parece a Javier Bardem dice "Yo me solidarizo con Rodolfo y nomino al Golosina". ¿Pero de qué Rodolfo hablas?

Y un dato protesta: no se dónde están los defensores de los animales cuando se les necesita, el martirio absolutamente innecesario al que ayer sometieron a un pobre pulpo caribeño que pasaba por allí no tiene parangón en la televisión, se me bajó la tensión y todo. ¡Viva Honduras!¡ Y sus pulpos!