viernes, 4 de julio de 2008

Anita García Obregón: la conjura de los necios

Antena 3 nos ofreció ayer en exclusiva el documental del siglo, "Ana al desnudo", las fantasías animadas de Ana García Obregón aka Ignatius Reilly: bióloga, empresaria, actriz, modelo, pregonera, paella maker de Steven Spielberg... seguro que olvido algo.

Me perdí más de la mitad porque estaba viendo mi nueva serie favorita, "Colgados en Filadelfia", que alguien lo cuelgue entero en Youtube, por favor. Eso sí, soltó unas cuantas perlazas en tiempo record.

Según ella, ha estado trabajando delante de las cámaras más de 100.000 horas. Bien. Analicemos el dato. Según unos amigos investigadores sociales que tengo, trabajar 100.000 horas delante de las cámaras significa haber trabajado 12 horas al día, los 365 días del año desde los 20 años. Si a eso le descuentas los días no laborables, Ana García Obregón lleva trabajando delante de las cámaras unos 62 años una media de 12 horas al día.

Ha escrito más de 300 diarios. Como Ignatius Reilly, vamos. La primera frase que escribió en una época en la que, según ella "...estaba muy enferma y muy delgada y los médicos no sabían lo que me pasaba..." ejem, repito, la primera frase que escribió en uno de sus 300 diarios fue: "Hoy he comido espagueti".

Según ella su hermano lo pasaba fatal cuando eran jovencitos porque tenía que salir con ella y sus otras dos hermanas en plan guardaespaldas, porque repito, según ella, eran "tres bomboncitos enloquecidos". Parece el título de una comedia de animadoras de los ochenta.

Lo mejor de todo su plan para acabar con ETA: mandar a una unidad de élite de paparazzis a buscar terroristas, que ella no sabe cómo pero se enteran de todo, todo, todo. Toma nota Zapatero.

Ya hacia el final del día con Ana, cuando se dirige a recoger un premio que le otorga no se qué asociación de mujeres empresarias, comprueba que lleva todo lo imprescindible en su bolso. Lo abre, mira el interior y dice:

- "Lo llevo todo: el móvil, el tabaco, el discurso..."

El final del documental fue, cuanto menos, inquietante. Aparece Ana Obregón sentada en un sillón, sola, repitiendo sin cesar su propio nombre con distintas entonaciones: Ana, Anita, Anuski, Anaaa... fundido a negro con la leyenda: "Ana García Obregón interrumpe en este momento la realización del documental y no vuelve a ponerse en contacto con los realizadores"... de Expediente X.

Mis más sinceras felicitaciones a los ideólogos del documental. Cosas como estas son las que hacen grandes a un país. Digo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Increíble documento.
Me encantó también la cita (incorrecta, por supuesto) de Einstein sobre la imaginación para argumentar su potencial y llegar a la siguiente conclusión: "Todos aquellos que me llaman Antoñita la Fantástica en plan despectivo están desprestigiando a Einstein".
o aquella de "Un amigo de mi hermano me llevó obligada y llorando a la elección de Miss Ku. Cuando llegamos había niñas monísimas. Gané yo".

Contagiada por el espíritu de Anita citaré yo también mi favorita del alemán, "Solo hay dos cosas infinitas en el mundo, el universo y la estupidez humana, y de la primera no estoy tan seguro"

Always Ana.

miguel de repente dijo...

jejeje...

http://youtube.com/watch?v=cqLUBnSQh14

Anónimo dijo...

mujer!
yo entiendo que defiendas la mano que te da de beber, yo también lo haría. pero si no me la da con queso nasti, me la va a dar ese gran mounstro que se hace llamar trip famliy. venga hombre!
y, si puede que tenga cara de idiota, pero las últimas veces que he parado por ahí me han cobrado la copa en compensación con el aforo de la sala.
así que visto lo visto ultimamente mejor quedarse en casa.
ea!